TRANSFORMACIONES

martes, 23 de diciembre de 2008

Ida y regreso

Recorriendo la columna vertebral del gran monstruo,
que se retorcía, encogía y elevaba,
los cuatro orates descubrieron el infinito.
Y aunque no querían parar de contemplarlo,
regresaron a las alturas,
lo que fue un gran alivio.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Y la música

La música,
- como siempre -,
borró del horizonte el tiestazo
contra el muro de la realidad,
la certeza de la hambruna
y la miserableza ajenas.

Apareció en el mágico lugar
acompañada de unas olas sumisas,
apenas perceptibles,
arena dorada y aves del paraíso.

Depronto, alguien la apagó.

Un viaje

En un abrir y cerrar de ojos,
y mientras los cuerpos se devoran el asfalto,
nos convertimos en bichos raros,
ratas de laboratorio,
embajadores de alguna parte
llamada interior
(como cualquier calzoncillo).

Derrepente es nuestro acento el exótico,
somos nosotros quienes nos tragamos las letras,
cambiamos los nombres,
no entendemos las situaciones.

Y seguimos pensando que son ellos los extraños.

Explicación

Y porque la luz es dolorosa
peligroso el mar
y riesgoso el camino,
todo nace,
y muere,
en la oscuridad.

Inocente

Sin saberlo,
sacó de los escombros un alma empena,
rescató un poder entonces moribundo,
descubrió la recóndita energía.

Sin saberlo creó la esperanza.

A cuatro manos

I

Muerte imaginaria provocada a cuatro manos
cómplices carcajadas
asomo de felicidad.

II

Incluso en silencio,
a ciegas y en la distancia,
encuentran las almas
un punto de encuentro.

III

Y sin embargo
la voz no ha logrado
romper el hielo.